En visto| Dora de la Cruz
Los escándalos mediáticos no son un fenómeno nuevo en la política; son de hecho, una herramienta que algunos partidos de oposición han incluido en su manual de estrategia . Estas “fake news”, buscan, principalmente, desestabilizar gobiernos que no pertenecen a su mismo partido. En muchos casos, el objetivo no es solo generar desconfianza en el gobierno en turno, sino también invisibilizar los avances logrados, pero además el objetivo del escándalo, busca generar caos y a su vez, que sirva para alimentar una mentira.
Es así como algunos partidos de oposición intentan erosionar la confianza en el gobierno, apostando a que la repetición constante de noticias fabricadas, pueda tener un impacto decisivo en la opinión pública.
Esto ya no funciona, las redes sociales, a las que tienen acceso, millones de personas, permite que ya no sean engañadas tan fácilmente, con aquella idea de que una mentira repetida 100 veces será verdad; lo cierto es que ya no les funciona y la prueba ahí está.
Desde el inicio del actual Gobierno estatal de Morena, la oposición azul, en complicidad con los del Partido Revolucionario Institucional, es decir el Prian, su tiempo lo han dedicado a planear la forma de desacreditar el trabajo de la administración a través de falsas noticias, difundiendo videos , y una campaña que lo único que demuestran es que, a dos años de pasar de ser la primera fuerza política y caer a la segunda, no lo aceptan, siguen sin entender que ya no están en el poder y no están, por una decisión de la ciudadania, determinada con su voto.
Inventar historias negativas no les servirá para regresar al poder. La ciudadanía ya no se deja engañar por relatos fabricados, ni promesas vacías. Los tiempos han cambiado, y el electorado no se deja manipular tan fácilmente. El camino al poder no se construye con mentiras, sino con hechos que realmente mejoren la vida de las personas.
Así es como las versiones de dos diputados locales del Partido Acción Nacional, ocurridas esta semana, se prestaron para la especulación. El primer caso, fue Ismael García, quien recurrió al cobijo de la sala regional del Tribunal Electoral para que le permitieran tomar protesta como diputado por Zoom, alegando que tenía COVID-19, después de más de cuatro días de supuestamente haber contraído la enfermedad. Según los médicos, el virus muere en tres días, lo que desató dudas. Pero lo que realmente se viralizó fue que el legislador había mentido.
En el otro caso, Vicente Verástegui, otro diputado, afirmó haber sido víctima de un intento de secuestro el pasado viernes, lo que generó versiones encontradas en redes sociales. Sin embargo, la Fiscalía confirmó temprano el sábado que no hubo tal secuestro y afortunadamente , fue localizado, sano y salvo, dijo él, tras esconderse en el monte, allá en un rancho de la zona de Xicoténcatl, cuando unas personas querían llevárselo.
En ambos casos, queda demostrado, que la credibilidad de la oposición, esta cada vez mas desgastada, o agotada para siempre.