Por @lamexicana
CDMX
El sistema inmune está diseñado para protegernos de los ataques externos, reconoce a nuestro cuerpo, a nuestros órganos y a cada una de nuestras células, cuando un agente biológico llega a invadirnos lo ataca con todas sus fuerzas para destruirlo y proteger a nuestro organismo.
Pero para quienes tienen la enfermedad de Lupus las cosas son muy diferentes, y el sistema inmune se vuelve nuestro enemigo, algo pasa en determinado momento, como si la memoria le fallara y el alzhimmer lo traicionara, y entonces desconoce a nuestras mismas células y las ataca terriblemente como si de un invasor externo se tratara.
Hasta el momento se desconoce la causa de desarrollar el Lupus, sólo se sabe que cualquiera lo puede desarrollar y que las mujeres se encuentran en mayor riesgo, que es una enfermedad denominada autoinmune, en donde el propio sistema inmunitario ataca los órganos y tejidos sanos, según sus características fue clasificado en varios tipos, sin embargo el más común es el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) que va de leve a grave y que puede atacar varias partes del cuerpo humano.
Según la literatura médica además del Lupus Eritematoso Sistémico, existe el Lupus Discoide que provoca erupciones en la piel de manera permanente, el Lupus Cutáneo Subagudo que provoca ampollas pero sólo después de estar al sol, el Lupus inducido por medicamentos que generalmente desaparece cuando se deja de tomar los medicamentos que lo estaban causando, y por último y menos común se encuentra el Lupus Neonatal que afecta a los recién nacidos y la causa probable es por ciertos anticuerpos de la madre.
LOS SÍNTOMAS
Al ser una enfermedad autoinmune que ataca de manera repentina algunos de los tejidos y órganos, las personas que lo padecen suelen confundirse y acudir al médico especialista pensando que es algún tipo de enfermedad, lo que puede atrasar su diagnóstico y con ello su tratamiento, los síntomas son diferentes en cada persona y pueden aparecer de manera progresiva o atacar a varias partes del cuerpo repentinamente, los síntomas pueden aparecer y desaparecer en períodos cortos o largos lo que es denominado por los especialistas como brotes que pueden ser leves o muy graves que pueden llevar en cualquier momento a la muerte, es común confundir los síntomas con diversas enfermedades antes de que los especialistas lleguen al diagnóstico correcto.
Los síntomas pueden aparecer solos, de manera progresiva, intermitente o todos juntos, esta última forma puede llevar al paciente a hospitalización y no lograr salir, lo más común es el dolor o hinchazón en las articulaciones, dolor muscular, fiebre sin causa conocida, erupciones rojas en la piel, generalmente en la cara y en forma de mariposa (lo que le da el slogan a esta enfermedad), dolor en el pecho al respirar profundamente, pérdida del cabello que puede confundirse con anemia sin serlo.
Los dedos de las manos y pies pueden presentar un color púrpura o ponerse pálidos, los pacientes con LES tienen sensibilidad al sol, pueden presentar hinchazón en las piernas o alrededor de los ojos, en algunos casos aparecen úlceras en la boca, en general se presenta un cansancio extremo y también inflamación en las glándulas, todos los síntomas pueden aparecer de manera progresiva, en grupos, todos juntos, o en cada uno de los brotes variar.
Aunque las manifestaciones en la piel y las articulaciones son los síntomas más evidentes y comunes, en lo general cada uno de ellos agrede notablemente y afecta las funciones de los órganos como los riñones, el corazón y los pulmones , al consultar la persona puede presentar cansancio, pérdida de peso inexplicable , fiebre crónica, alopecia, lesiones rojizas levantadas en cuello y cara, palidéz cutánea por disminución en glóbulos rojos asociada a anemia generada por Lupus, aparición constante de “moretones”, dolor de las articulaciones y en el pecho, coloración amarillenta e incluso convulsiones no asociadas a enfermedades.
ANGELA
Su sonrisa parecía salida de una película, su piel oscura podía disimular los agravios de las tempestades que ya la aquejaban sin darse cuenta, y su temperamento suave le ayudaba a tolerar los más insignificantes retos de la vida cotidiana, porque sus necesidades eran muchas, sus estudios pocos y el apoyo de la sociedad que la rodeaba nulo.
Su vida, llena de carencias, pero de eso nunca se dio cuenta, lo mismo participaba en eventos políticos, que emprendiendo con un negocio que luego quebraba porque no había quien lo atendiera, sentía cansancio y comenzó a adelgazar, su piel oscura se tornaba marrón rojizo y las vitaminas comenzaron a ser sus acompañantes.
Las llagas pronto llegaron a su boca que se trató con medicamentos tópicos, y su cansancio de pronto desapareció junto con sus llagas, su vida continuaba, pasaban los meses y el cansancio la aquejaba, pensaba que era floja, pero también tenía dolor en las articulaciones, ¿qué era lo que le sucedía a su hija?, se comenzó a preguntar su madre quien inmediatamente se dirigió a buscar “ayuda”.
Sin lugar a dudas le habían hecho un trabajo de los malos le dijo la persona con la que acudió, luego fueron al panteón a desenterrar un pañuelo rojo lleno de cabellos, su hija había sido embrujada, pero a nadie comentaban, sólo las pocas personas que se enteraron de sus visitas constantes con la curandera del pueblo.
Pero todo era producto de la charlatanería, después de varias visitas al médico parecía que Angela se había compuesto, feliz y sonriente hacía planes como cualquier joven de veinte años pues los últimos tres años la había pasado mal, fueron varios meses en que se sentía llena de vida, pero las molestias aparecieron, ya no era uno ni dos, si no varios a la vez, necesitaba más ayuda, acudieron a su servicio médico, le dieron atención, medicamentos y le ordenaron estudios, y cuando pensaba que con la atención concluiría todo, no apareció nada, fue enviada a la Ciudad de México para realizarse otros estudios más especializados.
En la soledad junto a su madre recibió el diagnóstico, tenía Lupus y debía ser tratada, el servicio médico con el que contaba no tenía en su cuadro básico las inyecciones que costaban más de lo que mensualmente podía percibir de sueldo, pero la multitud de síntomas hizo buscar ayuda y resolverlo, el tratamiento funcionó y la felicidad regresó a sus vidas.
Las pastillas del servicio médico eran calmantes cuando aparecían nuevos síntomas y así pasaron un par de años de altas y bajas sin que siguiera con el tratamiento que no se podía costear, pero un día las cosas cambiaron, la debilidad, las llagas, la convulsión, el vómito rojizo hizo que acudiera a la sala de emergencias de donde entró y salió en dos días, regresó, fue trasladada a la Ciudad de México, pasaron varios días de angustia, ella platicaba, las llagas en la boca hacían disminuir su capacidad de lenguaje, pero siempre con el mejor ánimo, ahí estuvo un nefrólogo quien ordenó iniciar las hemodiálisis, también un cardiólogo y un reumatólogo junto a su cama, estuvo su madre y algunos familiares y ella sonreía entre las atenciones.
En la capital mexicana era un día lluvioso, las nubes cubrían parte de la ciudad y en el hospital los ojos de Angela estaban abiertos, su madre le apretaba la mano mientras le contaba de la lluvia, su boca intentaba decirle algunas palabras pero en vez de ello, sólo salía sangre, los médicos la asistieron y sus ojos se cerraron para nunca volver a abrirse, sus familiares aún se preguntan si a caso pudieron hacer más por ella.
SOFÍA
La historia de Sofía no es muy diferente a la de Angela, la diferencia sólo la hacía un puñado de dinero y tarjetas de crédito, una vida ostentosa de sus padres, un auto de lujo en la cochera, un celular de última generación y una despreocupación por la cuestión económica.
Aún así, sus padres enfrentaron el mismo camino, un poco más corto para llegar a los síntomas, un hospital con la mejor tecnología, varias cuentas bancarias para costear los mejores tratamientos, casualmente tenía la misma edad de Angela, y enfrentaba los mismos síntomas que iban y venían de su cuerpo sin que nadie la pudiera ayudar.
Era cuidada como el más preciado tesoro por parte de sus padres, nada parecía faltarle a excepción de aquello que no se puede comprar, la vida y la salud, pasó muchos años de calvario, después de su diagnóstico, parecía que hubiera superado la enfermedad, posteaba fotos en facebook e instagram y todo parecía ir bien hasta que un día las cosas se salieron de control, los síntomas aparecieron en cascada, fue llevada a uno de los mejores hospitales privados del país, ahí pasó varios días internada, con múltiples especialistas a su lado, con los mejores tratamientos costeados por sus padres.
Lamentablemente su sistema inmune atacó de golpe a todos sus órganos incluido el corazón que paró su marcha, los médicos la reanimaron, su corazón volvió a latir, pero otra vez se detuvo, los médicos nuevamente lo intentaron pero esta vez no hubo respuesta,.
El Lupus no tiene cura hasta el momento, sólo existen algunos tratamientos que ayudan con los síntomas para evitar el deterioro de los órganos, en México lamentablemente los medicamentos exclusivos para mitigar la enfermedad no se encuentran dentro de los servicios básicos de salud. Este 10 de mayo es el Día Mundial del Lupus.
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