Lori y George Schappell, fallecieron a sus 62 años de edad en Pensilvania, Estados Unidos. Desde su nacimiento era todo un reto cada día, pero pronto se adaptaron a vivir así, unidos y apoyándose.
Los siameses tenían una esperanza de vida de treinta años, por su situación física al ser craneópagos, es decir, que están unidos por la cabeza y compartir una tercera parte de sus cerebros; sin embargo, lograron duplicar esta estadística.
Aunque no lo creas ell@s llevaron vidas separadas al dedicarse a cosas completamente distintas y viajaban por el mundo realizando sus actividades a pesar de estar unid@s por la cabeza.
Lori y George lograron un Récord Guinness al ser las siamesas más grandes de edad, en la década de los noventa y participaron en diferentes entrevistas y programas de televisión.